Julio Romero lo pintó en 1930 cuando ya estaba muy enfermo y representa la esencia del cante hondo, el amor: en la pareja de la derecha con beso apasionado, los celos: con el apuñalamiento del ser que se ama y la muerte: en la escena del ataúd. Todo con la Fatalidad como eje central representado por la mujer desnuda que no es otra que Asuncion Boue pintada en Naranjas y Limones, además los jóvenes que guardan el ataúd son sus dos hijos y el perro que aulla la muerte es su perro Pacheco, esta obra presagia que Romero de Torres intuía su próximo final. |
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